Este término Puché, usado en la cocina de mi casa desde que tengo uso de razón, es una variación del vocablo en inglés, Poached que significa Escalfado. Es el clásico plato de cuchara, caliente que se hace al que tiene molestias en el estomago debido a los excesos o simplemente cuando el desánimo quita el apetito. Se hace con estos filetes de merluza que mantenemos para una emergencia en el congelador o también con pechuga de pollo fileteada fina. En ambos casos, la patata, cebolla y puerros hervidos estabilizan el estomago ofreciendo un sabor bastante agradable y difícil de rechazar.
También debemos contar que la manera de hacer este plato de cuchara lo hace verdaderamente apetitoso pues cuando cocinamos en una sartén o cazuela moviendo continuamente sobre la hornilla en forma de vaivén, logramos que la fécula de la patata y la cebolla espesen suficientemente el caldo, en mi casa conocemos esta técnica como Sombatir. En alguna oportunidad, para darle una mejor vista y presentación, se hace en una fuente de barro a la que solo tendremos que cuidar ponerle menos calor y levantarla ligeramente de la hornilla al momento de sombatir. El sabor es distinto y muy especial.
PUCHÉ de MERLUZA
- 300 grs. Filetes de Merluza finos y salpimentados.
- 3 Patatas para hervir, peladas y troceadas pequeñas.
- 1 Cebolla mediana en juliana.
- Lo blanco de un Puerro en rodajas finas.
- 1 Hoja de Laurel. 1 pizca de Azafrán.
- En una sartén de acero con tapa, ponemos un chorrito de aceite de oliva virgen y sofreimos la patata, cebolla y el puerro hasta que empiece a ponerse trasparente.
- Es cuando agrego un poco de agua hasta que lo cubra, agrego sal, el azafrán que he triturado con la punta de los dedos y la hoja de laurel.
- Tapamos y dejamos cocer a fuego bajo. Sombatimos de vez en cuando y al momento de notar la patata blanda, colocamos encima los filetes de merluza por 5 minutos y apagamos. Dejamos reposar unos minutos agregando un chorrito de buen aceite de oliva virgen extra por encima.
Podríamos hacerlo aun mas ligero de sabor al no agregar el azafrán, cambiaría un poco el color del plato y se notaria mas el sabor del pescado. De igual forma si lo queremos convertir en un plato mas completo unos guisantes y hasta almejas a la hora de hervir el agua, le vienen de maravilla, pues convertimos un platillo ligero en algo mas contundente.