Quiero compartir esta experiencia contigo, resultado de disfrutar de un día entre semana donde todas mis actividades se concentraban en Casa. Al momento de ver que preparar de comida y siendo únicamente dos para sentarnos a la mesa me puse a revisar de que ingredientes contaba y de que elaboración podría echar mano de la nevera.
Este fin de semana pasado me regalaron unos hermosos Calabacines procedentes de la finca de un familiar donde se practica la Agricultura Ecológica, asegurando sabores de máxima calidad. Así, que habiendo tenido el pasado día una celebración con sus consecuentes excesos, el cuerpo pedía alimento que asentara el estomago. A continuación el porqué la llamo Mi Crema de Calabacín.
Opté por preparar una Crema, contando con este Calabacín de aproximadamente 800 grs. de peso, 2 Patatas, un trozo de Puerro, media Cebolla, una rama de Apio y media taza de Guisantes que tenía congelados. Para hacer una buena base, usé un pequeño Hueso de Jamón Ibérico que siempre mantengo en el congelador y un pedazo de Queso Parmesano que guardo para estos casos. Son estos pedazos finales que quedan después de rallar el Queso en diferentes ocasiones que ya por su dureza no sirven para rallar pero que mantienen todo su sabor si se echan al Caldo.
Una hora antes de comer, sofreí en una olla baja, el Hueso de Jamón con un par de cucharadas de buena Mantequilla y una de Aceite de Oliva Virgen, en lo que tomó calor, fui agregando la Patata, Calabacín y resto de las Verduras dando vueltas por un par de minutos, el pedazo de Queso, una pizca de Tomillo seco, Sal y Pimienta negra recién molida. Momento de agregar medio vasito de Vino Blanco seco permitiendo que al dar vueltas a los ingredientes, todos ellos se empapen bien.
Hora de echar Agua filtrada a temperatura ambiente hasta cubrir todos los ingredientes, tapando parcialmente para que se concentre el calor y comience a hervir, bajando el fuego a medio y dejando cocer continuamente por espacio de 40 minutos, más o menos, dando un par de vueltas a todo de vez en cuando con cuchara de madera. A mitad de cocción agregué una pastilla pequeña de Caldo de Carne para reforzar su sabor.
Al verificar que todos los ingredientes estaban cocidos, en especial la Patata, apagué permitiendo que reposara mientras preparaba el Minipimer o batidora. Fui retirando el Hueso de Jamón, el pedazo de Queso y el tallo del Apio. En la misma olla, colocada en zona segura y estable, procedí a triturar muy bien. Esto es muy importante pues se logra la textura que tanto nos agrada al paladar. Rectifiqué la Sal después de probar el resultado y volví a colocar la olla al fuego, esta vez muy bajo para evitar que enfriara mientras me preparé a emplatar.
Contaba en la nevera son un pedazo de Queso Idiazábal, estupendo Queso procedente del País Vasco con mucho sabor y fácil de fundir al calor. También saqué de la nevera el bote de preparado de Aceite con Ajo – Perejil que uso frecuentemente para decorar el plato dando un punto de sabor original. Serví la Crema, sobre ella rallé poquito Queso y decoré con unas gotas de mi Ajo – Perejil.
Lo mejor es que Mi Crema de Calabacín ha sobrado, por lo que volveremos a disfrutarla un par de días después, para lo que solo hará falta unas gotas de liquido y calor. Te he compartido en estas líneas mi manera de hacer una Crema de Verduras, producto de la experiencia. Es bueno además saber que con algunos ingredientes que vamos encontrando en la nevera y el congelador, teniendo buen tino con las cantidades y como siempre dando una gran dosis de Amor a lo que cocinamos… Triunfamos!!!